viernes, 29 de enero de 2010

Desde las 7 de la mañana

El otro día le conté a la guada la historia del tapado verde, una historia chiquitita que empezó en el tren y terminó en la facultad.
Pero me di cuenta que lo de las historias mínimas pasa todo el tiempo... en el tren!
Paso muchas pero muchas horas yendo y viniendo de ginebra. Un día es el tapado verde, otro día un nerd me propone casamiento, otro día me encuentro una pareja que parece una pareja de misioneros alemanes y resultan ser... una pareja de misioneros alemanes!
y hoy, como perdí el tren, tuve que esperar media hora en la estación y una chica me preguntó si hablaba español, porque ella hablaba... portugués (no hubiera sido mejor preguntarme si hablaba portugués? igual no importa) porque ella era brasileña y me quería hacer una pregunta. Inmediatamente después me contó que venía viajando desde las 7 de la mañana, desde un pueblito de Francia y se iba hasta Milán, porque quería escaparse de la casa de un amigo que la alojaba, amigo que después enloqueció y le dijo que estaba enamorado de ella y que si ella se iba, él se mataba.
Entonces se asustó, armó su valija a escondidas, y cuando él se fue al trabajo a las 7 de la mañana, ella tomó un taxi y se fue a la estación. (Me pregunto si el chico seguirá vivo a esta hora, ya son las 22.15).
Todo eso me lo contó como máximo en 5 minutos. No sé qué fue de su huída, porque justo llegó mi tren, pero me parece que los trenes y sus estaciones me entretienen bastante.

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